La realidad del aborto

El aborto químico

El aborto con medicamentos o químico consiste en interrumpir el desarrollo del embrión y propiciar su evacuación por el canal del parto, esto inducido por el uso de medicamentos. Este tipo de aborto se efectúa generalmente hasta las 7 o 9 semanas de gestación. Este procedimiento no requiere anestesia ni intervención quirúrgica, aunque sí es necesario un seguimiento médico para evitar complicaciones y para asegurar la evacuación completa del embrión, ya que a menudo la eliminación no se lleva a cabo correctamente.

Los medicamentos de referencia para este tipo de aborto son la mifepristona y el misoprostol. Se administra el primero en altas dosis para detener el desarrollo del embrión y, dos o tres días después, el segundo para provocar contracciones que fuercen la expulsión del embrión. La mifepristona es el mismo compuesto que se usa en dosis bajas como anticonceptivo de emergencia en los días posteriores a una relación sexual, lo que se conoce como la píldora del día después. Su uso como abortivo es muy desigual siendo utilizada en más de dos tercios de los casos en países como Portugal y Finlandia y en menos de un 5% de los casos en otros como España o Italia.