La realidad del aborto
El término 'aborto', en la acepción que nos interesa aquí, se refiere a una interrupción prematura del embarazo, lo que puede ocurrir en diferentes fases de la gestación y por distintas circunstancias.
- Se habla de aborto natural o espontáneo en los casos en que se produce por causas no provocadas intencionalmente.
- Se denomina aborto terapéutico al aborto justificado por razones médicas: riesgo grave para la salud o la vida de la madre, enfermedad congénita o genética que pueda ser fatal o condenar al hijo a graves discapacidades, embarazos múltiples en que se debe reducir el número de embriones o fetos para hacerlo viable.
- El aborto electivo, que no debe confundirse con el terapéutico, se aplica cuando el embarazo es producto de un delito de naturaleza sexual o de la aplicación de una técnica de reproducción asistida no consentida.
- El aborto inducido, es decir la interrupción voluntaria del embarazo, consiste en poner fin a la gestación ya sea a través del uso de sustancias químicas, denominado aborto con medicamentos, o de técnicas quirúrgicas, llamado aborto quirúrgico.
A pesar de su ilegalidad en algunos países, el aborto es una operación bastante común a la que se someten cada año decenas de millones de mujeres. Sin embargo, la práctica del aborto en lugares en que no se tiene acceso a condiciones clínicas seguras, ya sea por razones jurídicas, económicas, sociales, etc., conlleva un cierto número de riesgos para la salud física y mental de la madre. Los abortos practicados en condiciones sanitarias deficientes, a menudo de forma clandestina, son una causa mayor de mortalidad femenina.
El tratamiento legal y jurídico del aborto es bastante variable desde países que lo toman como una forma más de control de natalidad hasta otros que lo sancionan y penalizan como un asesinato, pasando por posiciones intermedias, como la de Colombia, donde se ha despenalizado con ciertas condiciones. Las implicaciones éticas, morales y sociales del aborto hacen que pueda ser considerado como un derecho o un delito dependiendo de las circunstancias. A nivel biológico, el debate se sitúa esencialmente en la determinación del momento a partir del cual se debe considerar que el embrión es un ser humano. Por su parte, la Iglesia Católica lo prohíbe rotundamente bajo pena de excomunión.